Blanco
tiene razón... ahora
EDURNE
URIARTE
En
España se exige la dimisión de todo el mundo, sin el más mínimo respeto por los
derechos de los acusados, siempre que estos sean políticos
EL problema de José Blanco es su sonora incoherencia, la insoportable
contradicción entre lo que decía cuando se refería a los políticos imputados de
la oposición y lo que dice ahora que habla de sí mismo. Pero lo de ahora
resulta probablemente una buena propuesta que podría aplicarse como norma ética
general a todos los políticos imputados. Que las dimisiones se produzcan en
caso de apertura de juicio oral. De tal manera que acabáramos de una vez con
esta demagogia cada día más incontrolable del dimítase aplicada con desenfreno
a los políticos del otro bando de quien pide la dimisión. Y, sobre todo, de tal
manera que este país fuera coherente